La vida después del cáncer: cómo manejar el dolor 

El dolor es un efecto secundario común del cáncer y del tratamiento contra el cáncer. Pero, a veces, algunas personas tienen dolor incluso después de que el cáncer haya desaparecido y de que el tratamiento haya terminado. Puede causar problemas en la vida cotidiana. Esto puede hacer que sea difícil disfrutar y hacer lo que necesita hacer. Es importante que trabaje junto con su equipo de atención médica para controlar el dolor. 

¿Cuáles son las causas del dolor después del tratamiento contra el cáncer? 

Muchos factores pueden causar dolor después del tratamiento del cáncer. Por ejemplo, el dolor puede ser producto del tejido cicatricial de una cirugía o de la radiación. El dolor puede deberse a daños en la piel, en los huesos o en otros órganos causados por la radiación o la quimioterapia. O quizás tenga daño nervioso que causa dolor y hormigueo. (Esto se conoce como neuropatía). Algunos de los medicamentos usados para tratar el cáncer pueden producir dolor y rigidez en las articulaciones. En algunos casos, es difícil encontrar la causa exacta del dolor. 

Tipos de tratamiento para el dolor 

Posiblemente, ciertos tipos de tratamiento del dolor funcionen mejor que otros. Y tal vez tenga que probar diferentes tratamientos hasta encontrar el que le resulte mejor. Incluso puede usar algunos de los mismos tipos de tratamientos para controlar el dolor que usó durante el tratamiento contra el cáncer. Por ejemplo, el proveedor de atención médica podría recetarle los mismos analgésicos.

Los tratamientos frecuentes para el dolor son los siguientes:

  • Analgésicos opiáceos. Son medicamentos fuertes que alivian el dolor. Pueden administrarse de muchas formas, como jarabe, pastillas, aerosoles nasales y parches. Estos medicamentos suelen causar efectos secundarios. Pueden producir somnolencia y confusión. Pero ese malestar suele mejorar en una semana más o menos. Los opiáceos dificultan el movimiento intestinal. Su proveedor de atención médica le dirá qué puede hacer para prevenir que esto suceda. Además, es posible que deban modificarle la dosis con el tiempo. Esto dependerá de los efectos secundarios y de si el dolor está bien controlado.

  • Analgésicos sin opioides. Hay otros tipos de medicamentos que pueden aliviar el dolor. Por ejemplo, el paracetamol, el ibuprofeno, el naproxeno y las aspirinas. O pueden darle medicamentos como esteroides, antidepresivos, relajantes musculares y anticonvulsivos. Asegúrese de saber a qué efectos secundarios debe prestar atención.

  • Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET). Es un tipo de terapia en la que se usan corrientes eléctricas leves para aliviar algunos tipos de dolor.

  • Terapias de frío o calor. El frío puede disminuir el dolor. El calor puede aliviar articulaciones y músculos doloridos. Para usar la terapia de frío, coloque una compresa de hielo envuelta en una toalla fina sobre el punto de dolor. Manténgala allí por hasta 10 minutos cada vez. Para usar la terapia de calor, coloque una almohadilla térmica envuelta en una toalla fina en las zonas rígidas o dolorosas por hasta 20 minutos cada vez. Pida instrucciones a su proveedor de atención médica. No aplique calor ni frío en ninguna parte del cuerpo que esté entumecida, que corra el riesgo de hincharse (linfedema) o que tenga mala circulación sanguínea.

  • Acupuntura. En este tipo de terapia, se insertan agujas muy delgadas en partes específicas del cuerpo. Las agujas se dejan por hasta 30 minutos y luego se retiran. Algunas personas sienten que la acupuntura ayuda a aliviar el dolor en todo el cuerpo. El proveedor de atención médica puede ayudarlo a buscar un terapeuta de acupuntura certificado y con matrícula.

  • Hipnosis con fines terapéuticos. Un terapeuta capacitado puede ayudarlo a alcanzar un estado de relajación que alivia el dolor.

  • Visualización guiada. Este tipo de terapia se usa para crear imágenes en la mente a fin de que pueda relajarse y disminuir la sensación de dolor.  

Consulte con sus proveedores de atención médica antes de usar cualquier método de alivio del dolor. Podrían indicarle que no use determinadas técnicas por su salud y su seguridad. También pueden encontrarle un profesional capacitado para que reciba una terapia o un tratamiento que sean los mejores y más seguros posible.

Si toma analgésicos 

Si toma analgésicos, no tome ningún otro medicamento, vitamina ni suplemento sin hablar previamente con su proveedor de atención médica. Algunos analgésicos interactúan con otros medicamentos y suplementos, como la marihuana y las drogas ilícitas. Esto puede causar problemas muy graves. 

Algunos analgésicos recetados contienen más de un tipo de medicamento. Por ejemplo, puede tomar una combinación de codeína y aspirina, paracetamol o ibuprofeno. Pero no puede saber eso por el nombre del medicamento. Esto significa que, si también toma aspirinas, paracetamol o ibuprofeno de venta libre o incluso medicamentos para el resfriado que contengan estos medicamentos, podría haber una sobredosis. Cuando tome analgésicos recetados, hable con su equipo de atención médica o con el farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento de venta libre. 

Siga estas recomendaciones cuando tome analgésicos:

  • Tómelo exactamente según le hayan indicado. No tome más cantidad que la dosis indicada.

  • Esté preparado para tener estreñimiento. Tome medidas para prevenirlo.

  • No conduzca si el medicamento le produce somnolencia.

  • No tome bebidas alcohólicas.

  • No tome otros medicamentos hasta hablar con su proveedor de atención médica o con el farmacéutico. 

Si quiere reducir o dejar de tomar un analgésico, pide ayuda a su proveedor de atención médica. No interrumpa la toma de analgésicos de forma repentina. Quizás deba dejar de tomarlos de a poco. El proveedor de atención médica puede indicarle la mejor manera de hacerlo. 

Cómo llevar un registro diario del dolor 

Es útil para el equipo de atención médica tener información acerca del dolor diario a fin de entenderlo y tratarlo mejor. Además, les permite a usted y al equipo ver qué funciona y qué no. Todos los días, anote lo siguiente:

  • Cuándo comienza y se detiene el dolor o si está presente todo el tiempo

  • En qué parte del cuerpo siente dolor

  • Cómo es el dolor: agudo, continuo, punzante, ardiente

  • Qué tan intenso es en una escala del 0 al 10. Cero es que no hay dolor. Diez es el peor dolor que podría tener.

  • Qué lo empeora o mejora

  • Qué usó para aliviar el dolor, cuándo y si funcionó

  • Si tuvo efectos secundarios a causa del analgésico 

Busque apoyo

El dolor después del cáncer puede ser muy estresante. Hablar sobre su recuperación del cáncer en un grupo de apoyo puede ser útil. Pida información al proveedor de atención médica acerca de grupos de apoyo cercanos. También es posible que se sienta mejor si ve a un consejero. El proveedor de atención médica también puede derivarlo a un consejero. Asegúrese de hablar con su familia. 

Es importante que trabaje junto con el equipo de atención médica para controlar bien el dolor. Con frecuencia, se necesita un enfoque de equipo. Algunas veces, la fisioterapia y los ejercicios ayudan. Hay especialistas en dolor que también pueden ayudarlo. Tenga en cuenta que quizás deba probar diferentes tratamientos e incluso diferentes medicamentos para encontrar lo que le sirve. Tal vez deba tomar más de un medicamento para conseguir el alivio que necesita. Hable con sus proveedores de atención médica acerca de cómo el dolor afecta su vida cotidiana. Trabaje con ellos para controlar el dolor como lo necesite.

Cuándo llamar a su proveedor de atención médica 

Llame a su proveedor de atención médica en cualquiera de los siguientes casos:

  • Dolor que empeora

  • Dolor reciente o que empeora

  • Los métodos para aliviar el dolor ya no funcionan

  • El dolor le impide ocuparse de usted o hacer lo que necesita hacer

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