La radiografía de cráneo puede hacerse de manera ambulatoria. Lo que significa que usted se irá a su casa tras su realización. O pueden realizársela como parte de una internación.
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Se le pedirá que se quite toda prenda de vestir, joya, horquilla, anteojos, audífonos u objeto metálico que pueda interferir en la radiografía.
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Si le piden que se quite la ropa, le darán una bata de hospital para que se coloque.
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Se recostará boca abajo sobre una camilla para radiografías. El radiólogo se asegurará de que la parte del cráneo cuya imagen se va a tomar quede entre la máquina de radiografías y el medio digital o el cartucho que contenga la película para radiografías.
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Se coloca un delantal de plomo o una protección sobre algunas partes del cuerpo.
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Si la radiografía se toma para buscar una lesión, deberá tenerse especial cuidado para evitar empeorar la lesión. Por ejemplo, se puede colocar un cuello ortopédico si se sospecha que hay una fractura en la columna cervical. La radiografía en sí no provoca ningún dolor. Pero mover la parte del cuerpo que se está examinando podría causar ciertas molestias o dolor si tiene una lesión o se sometió a una cirugía. El radiólogo hará su mayor esfuerzo para minimizar cualquier molestia o dolor.
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El radiólogo se ubicará detrás de una ventana de protección mientras se toman las imágenes. Le pedirá que permanezca quieto durante unos momentos mientras toma la radiografía. El haz de radiación se centrará en la zona en la que se tomará la radiografía.
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Algunas radiografías de cráneo pueden tomarse desde diferentes posiciones. Es muy importante que permanezca quieto mientras le toman la radiografía. Cualquier movimiento podría distorsionar la imagen, y quizás se necesite tomar otra radiografía.