Hay muchos tipos de tratamientos para el cáncer de hígado. La mejor opción para usted depende de los siguientes factores:
Conozca las opciones de tratamiento
Es posible que tenga preguntas e inquietudes sobre las opciones de tratamiento. Es posible que desee saber cómo se sentirá durante el tratamiento, cómo funcionará su cuerpo después del tratamiento, y si deberá modificar sus actividades habituales.
El proveedor de atención médica es la persona ideal para responder sus preguntas. Podrá explicarle cuáles son sus opciones de tratamiento, qué tan bien se espera que funcione el tratamiento, cuáles pueden ser los riesgos y los efectos secundarios y cuál es el objetivo del tratamiento.
El proveedor de atención médica podría recomendarle un tratamiento determinado. O quizás le ofrezca más de uno y le pida que decida cuál quiere recibir. Puede ser difícil tomar esta decisión. Es importante que se tome el tiempo que necesite para decidir lo que considere mejor.
Esto puede llevar algo de tiempo. Hable con el proveedor de atención médica sobre cuánto tiempo puede tomarse para explorar las opciones. Es posible que quiera buscar otra opinión antes de decidir el plan de tratamiento de su hijo. Además, quizás quiera que su pareja, cónyuge, familia o amigos participen en este proceso.
Objetivos del tratamiento para el cáncer de hígado
En algunos tipos de cáncer de hígado, el objetivo del tratamiento es curar el cáncer. Si la cura no es posible, el tratamiento puede usarse para reducir el tamaño del cáncer o mantenerlo bajo control. Con el tratamiento, también se puede mejorar la calidad de vida al controlar los síntomas causados por el cáncer. El objetivo del tratamiento del cáncer de hígado puede consistir en una o varias de estas opciones:
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Extirpar el cáncer en el hígado (o todo el hígado) haciendo el menor daño posible a las áreas cercanas
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Destruir las células cancerosas o evitar que crezcan o se propaguen
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Evitar que el cáncer regrese o retrasar su reaparición
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Aliviar los síntomas del cáncer, como el dolor o los bloqueos
Cada tipo de tratamiento tiene un objetivo diferente. Hable con el proveedor de atención médica sobre los objetivos del tratamiento para que sepa qué esperar.
Tipos de tratamiento para el cáncer de hígado
El tratamiento contra el cáncer puede ser localizado o sistémico. Es posible que reciba los dos.
Con los tratamientos locales, se eliminan, destruyen o controlan las células cancerosas de un lugar determinado del cuerpo. La cirugía y la ablación son tratamientos localizados.
Los tratamientos sistémicos destruyen o controlan las células cancerosas en todo el cuerpo. Algunos ejemplos son la inmunoterapia, la terapia dirigida y la quimioterapia.
Tratamientos más comunes para el cáncer de hígado
A continuación, se ofrece una descripción general de los tratamientos más comunes para el cáncer de hígado.
Cirugía
La cirugía representa la mejor probabilidad de curar el cáncer de hígado. Pero solo unas pocas personas pueden someterse a una cirugía. Si el cáncer es pequeño y está en solo una parte del hígado (y el resto del hígado está lo suficientemente sano), se puede extirpar la parte del hígado con cáncer. Esta cirugía se denomina hepatectomía parcial.
Otra opción podría ser extirpar todo el hígado y reemplazarlo con un trasplante de hígado. Una vez más, el cáncer debe estar presente solo en el hígado. No puede estar en tejidos cercanos ni en otras partes del cuerpo, y se debe encontrar un hígado de un donante.
Ablación y embolización de tumores
Estos métodos se pueden utilizar para tratar algunos tumores en el hígado. La ablación implica el uso de calor (ablación por radiofrecuencia o RFA), frío (crioablación) u otros métodos para destruir los tumores en lugar de extirparlos.
La embolización se utiliza para cortar el suministro de sangre a un tumor. Se inyecta una sustancia en el vaso sanguíneo que va al tumor. A veces, esto se combina con radiación (radioembolización) o quimioterapia (quimioembolización). En este caso, las partículas radiactivas o la quimioterapia se introducen en el tumor a través del vaso sanguíneo y luego se bloquea el vaso sanguíneo. De esta manera, se atrapa la radiación o la quimioterapia en el tumor y se corta el suministro de sangre. Ambos métodos matan las células cancerosas.
Radiación
En la radioterapia, se utilizan rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. Se utiliza principalmente cuando no se puede realizar la cirugía o cuando otros tratamientos no son buenos métodos. Podría usarse para tratar tumores que se han propagado y están causando problemas en otras partes del cuerpo, como los huesos o el cerebro.
Terapia dirigida
Este tipo de tratamiento utiliza medicamentos que atacan determinadas proteínas, genes o funciones celulares que ayudan a las células cancerosas a crecer. Se utiliza principalmente para los cánceres de hígado que no se pueden extirpar con cirugía.
Inmunoterapia
Estos medicamentos permiten al sistema inmunitario encontrar y destruir las células cancerosas. Algunas células cancerosas de hígado se protegen con una proteína llamada PD-L1 para impedir que el sistema inmunitario las ataque. Los medicamentos que bloquean la PD-L1 pueden reforzar el sistema inmunitario contra estas células cancerosas. CTLA-4 es otra proteína que utilizan las células cancerosas de hígado. Los medicamentos pueden bloquear esta proteína para que el sistema inmunitario pueda destruir las células.
Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia (quimio) es impedir que el cáncer crezca o se propague. Se usan medicamentos fuertes para destruir las células o inhibir su división. La quimio no funciona muy bien para el cáncer de hígado, pero puede usarse para tratar el cáncer de hígado avanzado.
Atención de apoyo
El proveedor de atención médica puede aconsejarle tratamientos para aliviar los síntomas, pero con los que no se trata el cáncer. A veces, pueden utilizarse junto con otros tratamientos. También es posible que el proveedor de atención médica le sugiera atención de apoyo si cree que los tratamientos disponibles tienen más probabilidades de ser perjudiciales que beneficiosos.